~Capítulo 23

*Narra _____
Mientras Ryan estaba fuera, me dediqué a inspeccionar la casa en busca de algún teléfono, alguna salida, algo que me pudiera sacar de ahí. Al final, tiré la toalla y me arrinconé en una esquina de la cocina, llorando y rezando para que Niall y los chicos me vinieran a buscar. Unos minutos después, oí el tintineo de las llaves al meterse en la cerradura. Supuse que era Ryan, por lo que me limpié las lágrimas que había en mi cara y me senté en el pequeño sillón del comedor. No quería que viera cuánto estaba sufriendo con esto, tenía que hacerme la dura, aunque por dentro estuviese destrozada.

—Hola preciosa — dijo él tras cerrar la puerta. Entró al salón y se sentó a mi lado. Yo sólo miraba la negra pantalla de la televisión, que estaba apagada — ¿Qué tal? ¿Todo bien? — me preguntó. No le respondí y seguí con mi vista al frente — ¡Te he hecho una pregunta! ¿¡Estás sorda!? — gritó. Suspiré bajito, intentando encontrar fuerzas.

—Sí, todo bien — susurré fría.

—Eso está mejor — dijo con una sonrisa. En serio, estaba enfermo, es bipolar. Se acercó a mí y puso su mano sobre mi muslo acariciándolo — ¿Qué te parece si vamos un rato a la habitación a pasárnoslo bien? — le miré horrorizada — Está bien, lo dejaremos para la noche. Ahora vamos a comer.

Se levantó y agarró mi mano tirando de mí, así que también me levanté. Mi dirigió a la cocina y señaló la mesa con dos sillas.

—Siéntate — me ordenó. Me senté para que no me volviera a gritar. Tanto grito me estaba agobiando —¿Te apetece pasta? — no iba a comer, así que me daba igual.

—No tengo hambre.

—Me da igual. Tienes que comer. Si no, esta noche no aguantarás, gatita — me guiñó el ojo.

—Eres asqueroso — susurré, intentando que no me oyese.

—¿Decías? —preguntó.

—Que me comeré la pasta — sonreí falsamente.

Él asintió y comenzó a contarme lo que había hecho esa mañana, que se resumía en haberse ido de putas y hablar con su primo por teléfono. A saber quién era su primo. Seguro que es otro acosador como Ryan.

—¿Sabes? Conoces a mi primo — dijo dejando que la pasta se hiciera mientras se sentaba en la silla en frente mío.

—¿Ah sí? ¿Quién es? — pregunté sin interés. A saber para qué quiero yo ahora saber quién es su primo.

—Niall — dijo. Mi corazón se paró unos segundos para luego latir el triple de rápido que antes.

—¿Niall Horan? — pregunté y tragué saliva.

—El mismo. ¿Acaso conoces a otro Niall? — rió amargamente.

—¿Has hablado con Niall?

—¿Es que no me escuchas cuando te hablo? ¡Te he dicho que hablé con él! — dijo desesperado.

—Sí, lo sé. Lo siento... ¿De qué habéis hablado? — pregunté de nuevo.

—Nada importante. Sólo me dijo que te hiciese lo que quisiese. Cómo ya consiguió lo que quería de ti, pues...

—¿Qué? — dije con un nudo en la garganta — Niall me quiere.

—Niall te quiere en su cama, querida. Como ya lo consiguió, no le importas. Tampoco es tan difícil de entender.

Me está mintiendo. Niall no es así. Él me quiere. Sí, eso: me está mintiendo. Pero... ¿por qué Ryan me mentiría con eso? Es decir, ya me tiene aquí, no puedo escaparme, no tiene sentido mentirme ahora...

Un par de lágrimas cayeron de mis ojos. Ryan al darse cuenta se levantó, se puso a mi lado y me abrazó. Ni siquiera lo aparté de mí, eso no importaba ahora.

—Tranquila gatita. Él no te merece. Ahora estoy aquí para hacerte feliz. Yo te amo y tú me amas, eso es lo que importa ahora — dijo con una sonrisa —Imagínate, dentro de unos años, nosotros sentados en el porche de nuestra casa, mirando al jardín, donde Alison y Hannah juegan con sus muñecas. Jake, Samuel, Jason y Luke tiran algunas canastas. La pequeña Melany en tus brazos. Y los gemelos Jeremy y Marcus juegan con Rusty, nuestro perro. ¿No es genial?

Le miré horrorizada. ¡Él y yo nueve hijos! ¿¡Está loco!? ¿En qué piensas _____? ¡Te ha secuestrado! ¡¡Claro que está loco!!

Le miré con cara de "¿Qué me estás comentando?" y volvió a hablar:

—¿No te convence el nombre de Marcus, verdad? A mí tampoco... Podríamos llamarle Andy, o Mitchell, o Bryan... ¿Qué te parece Danny? ¿Muy visto, no? Eh... ¡Lo tengo! ¡Alex! Sí, mucho mejor... — sonrió — ¡Mierda! ¡La pasta! — gritó y se levantó para quitar la comida del fuego.

Yo aún seguía en shock por la historia que acababa de inventarse, y todavía con lágrimas por lo que supuestamente había dicho Niall.

Mi mente seguía dándole vueltas a mis "futuros hijos". Realmente me sorprendía que se pudiese haber inventando todo aquello sobre la marcha. Cada vez, Ryan me daba más miedo.

Después de un par de minutos, un plato de macarrones con queso apareció delante mío, ya que Ryan lo había puesto ahí.

No pude evitar sonreír con nostalgia, recordando cuando Louis le pidió a Harry que los hiciera.

*Flashback*

—Chicos, hoy no me apetece salir a comer - dijo Brithany.
—Ni a mí — dije yo.
—Queréis comer aquí? — propuso Zayn.
—Sí — respondimos los demás.
—¡Harry! ¡Querido amigo! — le gritó Louis a Harry. — ¿A qué vas a ser un buen amigo y vas a hacernos macarrones con queso?
—¿En serio Louis? — dijo molesto.

*Fin del flashback*

Realmente espero que me encuentren, porque si no, estoy perdida.

*Narra Niall

—¿¡QUE _____ QUÉ!? — gritó Jacob, el tío de Louis y _____.

Seguramente, no entenderéis nada. Bien, os lo voy a explicar: Louis nos dijo que su tío era informático, así que podría rastrear el móvil de _____. Cuando fuimos a su casa para contarle lo sucedido y nos vio a los seis ahí parados en su puerta, estuvo veinte minutos abrazándonos y preguntándonos cómo iba todo, ya que nos adora y somos como sus hijos. En fin, tras contarle que Ryan había secuestrado a _____, se había quedado unos cinco minutos en trance, y era como la séptima vez que decía "¿¡QUE _____ QUÉ!?" sin contestar a nuestra pregunta de "¿Puedes saber dónde está rastreando su teléfono?". Ahora, Liam está volviendo a explicarle todo... otra vez... Y yo me estoy desesperando.

—Vale, ya me he calmado. Lo siento. Esto no me lo esperaba... — volvió a repetir Jacob mientras Brithany le traía una tila para que se calmara.

—¿Puedes ayudarnos? — preguntó Zayn.

—Sí, claro. Sólo necesito mi portátil y su número de teléfono. Pero necesitamos que esté encendido, o si no, no funcionará.

—Yo llamé a su móvil antes y me lo cogió Ryan — dije yo recordando mi conversación con él.

—Pues esperemos que no lo haya apagado — comentó Harry.

—¿Dónde está tu portátil? — preguntó Liam.

—En el estudio — respondió.

—Iré a buscarlo — dijo Brithany.

—Te acompaño — dijo Zayn.

Brithany asintió y los dos salieron a buscar el ordenador. Unos minutos después volvieron con él. Jacob lo encendió y abrió un montón de programas que no tengo ni idea de para qué sirven.

—Bueno chicos, puede que esto tarde incluso horas, así que hay que tener paciencia y esperar tranquilos, ¿de acuerdo? — todos asentimos — Bien. ¿Ya habéis comido? — preguntó. Nosotros negamos.

*Narra _____

Tras comer -si a lo mío se le puede llamar comer, porque dejé más de la mitad de los macarrones- Ryan me había obligado a sentarme junto a él en el sofá de salón a ver una película. Llevábamos como dos horas viendo esa película, que por cierto, era horrible, y Ryan estaba a punto de quedarse dormido. Cuando lo hizo, me aseguré de que realmente se había dormido. Esa era mi oportunidad. Con sumo cuidado, busqué mi móvil en sus bolsillos.

—Aquí estás — susurré al encontrarlo. Fui hasta el baño y me encerré, por si acaso se despertaba.

Desbloqueé el móvil y abrí una conversación con mi hermano.

_____: ¡Louis! No estoy con el tío Jacob. Estoy con Ryan. Sácame de...

Iba a seguir escribiendo, pero algo me interrumpió:

—¿_____? ¿Estás ahí? Sal por favor — dijo Ryan desde fuera.

—Un segundo — le contesté, y seguí escribiendo:

_____: ¡Louis! No estoy con el tío Jacob. Estoy con Ryan. Sácame de aquí, está loco.

—¡He dicho que salgas! No habrás cogido tu móvil, ¿verdad? — gritó. Yo tragué saliva. Seguidamente, oí fuertes golpes en la puerta, como si estuviese tratando de derribarla, hasta que lo consiguió — ¿¡Eres imbécil!? ¿¡Qué haces con el teléfono!? — gritó quitándomelo de las manos. Ahogué un grito mientras él veía la pantalla muy enfadado — ¡Mierda! ¡Por tu culpa le he dado a enviar! ¡Ahora sabrán que estás aquí!

Mierda... Agarró mi muñeca haciéndome daño y me sacó del baño. Tiró el móvil al suelo y recé para que o se hubiese roto. Soy así de especial: están a punto de pegarme una paliza y yo me preocupo por mi móvil.

Agarró mi pelo y tiró de él fuertemente, haciéndome soltar un chillido. Después me dio una bofetada, haciendo que mi mejilla quedara roja. Las lágrimas se habían unido a la "fiesta", pero eso a Ryan le daba igual. Volvió a tirar de mi pelo hacia abajo, haciendo que me cayera al suelo. Le dio un par de patadas a mi estómago y se fue de allí murmurando algo que no conseguí entender, no sin antes coger mi móvil del suelo. Me dejó allí, tirada, llorando, despeinada y con sangre en la cabeza, que me había hacho al caer al suelo.

Tras unos minutos, me levanté y volví al baño. Cogí algodón y alcohol de un pequeño armario y lo puse sobre mi herida de la cabeza. Guardé todo y levanté mi camiseta para ver un hematoma en mi estómago.

*Narra Louis

—¿Tienes algo? — le preguntó Niall a mi tío por décima vez. Como las veces anteriores, él negó con la cabeza y los demás suspiramos. Entonces me llegó un mensaje al móvil. _____. Rápidamente abrí la conversación y palidecí al leerlo.

—¿Qué pasa Tommo? — preguntó Zayn.

—Me... me mandó un mensaje — dijo volviendo a leerlo.

—¿Quién? — preguntó esta vez Liam.

—_____— respondí yo, aún mirando mi móvil.

—¿¡Qué dice!? — preguntó Harry refiriéndose al mensaje. Todos vinieron junto a mí y Brithany me quitó el móvil, ya que yo no respondía.

—"¡Louis! No estoy con el tío Jacob. Estoy con Ryan. Sácame de aquí, está loco. " — leyó Bri en voz alta.

—Jacob, necesitamos esa dirección ya — habló ahora Niall desesperado.

—Dadme unos minutos — respondió él nervioso. Un tiempo después habló de nuevo — ¡Lo tengo! Pero... Está a una hora de aquí en coche.

—¡VÁMONOS! — grité.

*Narra _____

Me encerré en la habitación tras terminar de curar las heridas y me tumbé en la cama. No dejaba de mirar la hora en el reloj que había en la mesita de noche.

16:38.

16:52.

17:24.

—¿Estás bien? — preguntó Ryan entrando en la habitación. Ni si quiera le miré, seguí mirando a una de las paredes — Lo siento gatita. No quería hacerlo — se tumbó a mi lado, quedando cara a cara. Posó una de sus manos en mi mejilla y comenzó a acariciarla suavemente — Estaba enfadado. Sabías que no podías coger el móvil y lo hiciste. No me gusta que me desobedezcan, gatita — su mano fue bajando desde mi mejilla, pasando por mi cuelo y volviendo a detenerse en mi cintura, para luego jugar con el borde de mi camiseta — Iba a dejarlo para la noche... ¿Pero qué te parece si adelantamos nuestra fiesta unas horas? — preguntó acariciando mi vientre bajo mi camiseta.

—¿Acaso cambiarías de opinión si te dijera que no? — escupí. Él soltó una risa amarga.

—Que empiece la fiesta entonces — dijo él. Seguidamente me quitó la camiseta y empezó a comerme con la mirada. Una lágrima rodó por mi mejilla. Se quitó su camiseta y sus pantalones, para luego quitar los míos. Comenzó a besar mis labios salvajemente, con necesidad.

Sólo quiero que vengan los chicos y Brithany. Que me saquen de aquí. Que me despierten y me digan que todo está bien, que fue una pesadilla. Pero con cada roce de la piel de Ryan con la mía, con cada beso, todo se hacía más real; me hacía ver la pura y cruel realidad: estaba sola y él me iba a violar.

Se deshizo de mi sujetador y comenzó a masajear mis pechos. Cada vez, había más lágrimas en mi cara. Esto no era lo que quería. Sólo quería mis vacaciones con los chicos. Pasarlo bien, reírme con mis amigos.

Quitó de su camino las dos últimas prendas que nos separaban. Esperé lo siguiente, pero nunca pasó. Unos fuertes golpes en la puerta de la entrada le interrumpieron.

—Mierda — dijo levantándose de encima mío y poniéndose sus bóxers — Espérame un momento, gatita. Vuelvo en seguida — me guiñó un ojo y salió de la habitación.

No sabía quién había tocado en la puerta, pero le estaría eternamente agradecida.

De pronto, golpes y gritos de dolor fue lo único que oí. Insultos y pasos que se acercaban a mí.



—¡_____! — gritó desde la puerta de la habitación.

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¡Hola! Sí, lo sabemos, hemos estado desaparecidas, lo sentimos mucho; pero nuestros profes nos odian y nos mandaban 526841265745865 exámenes al día. La culpa--> de los profes. 

En fin, I think que nada más. Espero que os haya gustado el capítulo. Comentar y dar RT y Fav en Twitter--> @1DTusnovelas y @marta_arzola

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Gracias bellas flores. Muchos kisses <3 Os queremos musho :)

PD: Un saludo especial a: Sara Muñoz, Noelia Fajardo, Espe y Helena. Gracias por el apoyo chicas (L)