¡Bienvenidos!



¡Hola! Somos Lucía y Marta, unas grandes amigas Directioners a las que les apasiona escribir. Aquí escribiremos una novela de nuestro pequeño duende irlandés Niall Horan, pero tenemos pensado escribir una con cada chico, así que cuando lo hagamos, os dejaremos el link para que os paséis. Esperamos que os guste y disfrutéis leyendo. ¡Ah! Y comentad, que es gratis :3
Por ahora solo tenemos esta y otra de Louis Tomlinson

domingo, 28 de diciembre de 2014

~Capítulo 31

*Narra _____
Wow. No me esperaba esta pregunta, la verdad.
—Bueno, yo... — comencé a decir, parándome a mitad de la frase.
—Entiendo. No quieres venir. De acuerdo. No pasa nada — dijo Niall con un tono triste.
—¡No, no, no, no! — dije rápidamente. — No es eso. Me encantaría irme a Irlanda contigo — ambos sonreímos —. Pero...
—¿Pero...? — preguntó para hacerme continuar.
¿Y mi madre? ¿Y los chicos? ¿Y la casa? ¿Y Bri? A tu madre no le importas. Los chicos se van con sus novias y Harry con su madre. La casa no se va a mover de donde está, estúpida. Y Bri se va a ir a Bradford con Zayn. Estúpida conciencia. Ya sé que a mi madre no le importo, no hacía falta que me lo repitieras. Parecía que lo habías olvidado. No. Y también sabía que la casa no se iba a mover, no soy retrasada. ¿Segura? Vete a la mierda.
—Claro que me voy contigo — sonreí tras esa extraña conversación con mi conciencia.
Niall me sonrió y me abrazó.
Unos minutos después, Paul nos informó de que ya habíamos llegado.


Estuvimos toda la mañana dando vueltas por el barrio latino - obviamente seguidos de los gorilas de los chicos y muchas fans que gritaban - hasta la hora de comer. Hicimos un gran picnic en Los Jardines de Luxemburgo, justo como habíamos dicho mi hermano y yo antes de salir del hotel.
Estuvimos charlando y riendo por los alrededores hasta poco antes de las cinco, cuando los chicos tuvieron que ir a los estudios de "La Boîte a Question", justo antes de la entrevista a las seis y el concierto benéfico a las nueve.
—Bien chicas; como sabéis, tenéis que quedaros aquí — nos indicó Paul a Bri y a mí, refiriéndose al backstage.
—De acuerdo — dijimos abmas.
—La entrevista durará más o menos cuarenta minutos; podéis verla por esta pantalla — señaló la pantalla de la habitación. Nosotras asentimos —. Luego tenéis cincuenta minutos para estar por aquí con los chicos. A las siete y media salimos de aquí para ir al concierto, empezar las pruebas de sonido a las ocho y empezar a las nueve. ¿Correcto?
—Correcto — afirmamos.
Después de eso, Paul salió de la habitación y Bri y yo nos acomodamos en unos sillones frente a la gran pantalla.
La entrevista fue genial. Entretenida y divertida. Como había dicho Paul, duró algo más de cuarenta minutos; cuando acabó, los chicos se unieron a nosotras. Niall se sentó a mi lado; Zayn junto a Bri y los demás chicos en otro sillón.
Le sonreí a Niall y me acurruqué en su pecho, haciendo que me abrazara tiernamente.
—Paul nos ha dicho que tenemos cincuenta minutos para estar por aquí — dijo Bri.
—Cincuenta minutos de descanso. Por fin — dijo Liam suspirando.
—Sólo habéis hecho una entrevista. Sois unos flojos — dije yo.
—Dijo la que se cansa al subir las escaleras — protestó mi hermano.
Me quité uno de mis zapatos y se lo tiré a la cabeza, haciendo que este abriera su boca incrédulo a la vez que decía:
—Dime que no acabas de hacer lo que creo que acabas de hacer.
—No acabo de hacer lo que crees que acabo de hacer — dije con tono serio, aunque moría de ganas de reírme.
Louis se levantó y corrió hasta mí, haciendo que tanto yo como los demás chicos y Bri nos levantásemos también, empezando a correr, gritar, reír y por lo tanto, dejar la habitación hecha un desastre.

domingo, 28 de septiembre de 2014

~Capítulo 30



*Narra _____

Después de cenar en el restaurante, dimos una vuelta por los alrededores del hotel. Por suerte era tarde y no había mucha gente en la calle, por lo que no había demasiadas Directioners. Sólo tres o cuatro, así que los chicos tuvieron que pararse unos minutos.

—Creo que es hora de ir a dormir — dije tras dar un bostezo.

—Sí. Creo que todos estamos cansados — dijo Bri.

Los chicos asintieron y fuimos rumbo al hotel, donde cada uno se fue a su respectiva habitación.

—¿Lo has pasado bien? — me preguntó Niall mientras nos desvestíamos en el cuarto.

—Sí — sonreí — Siempre me lo paso bien con vosotros, en realidad.

—Es que somos estupendos — dijo con tono de superioridad.

—Tú lo que eres es un creído — bromeé.

—Pero me adoras.

—¿Ves? — reímos.

Niall se quedó en bóxers y yo me puse una de sus camisetas sobre mi ropa interior. Nos acostamos en la cama y me abrazó.

Estuvimos unos minutos en silencio hasta que recordé algo.

—Oye, ¿qué me querías pregun...? — me detuve a mitad de la pregunta, pues al mirarle, vi que ya se había dormido.

Le di un suave beso en la mejilla para no despertarle y cerré los ojos para dormirme.



miércoles, 20 de agosto de 2014

~Capítulo 29

Toqué de nuevo la puerta, aún con el ceño fruncido. Me volvió a abrir la supuesta Kendall.

—Oye niña, ¿no te dije ya que te fueras?

Hice oídos sordos.

—¿Qué? Pero si acabo de llegar... —fingí estar asustada. — ¿Estás bien Kendall? No quiero que estés mal... Papá me dijo que estabas enferma pero no creí que fuera mentalmente.

—¿Qué? ¿Cómo...? ¿Cómo sabes mi nombre? ¡BRUJA! VETE DE NUEVO POR DONDE HAS VENIDO. Y DILE A AUSTIN QUE NO PIENSO CUIDAR DE SU HIJA. AÚN MENOS SI TIENE DIECISÉIS AÑOS —gritó rápidamente. Hice un gran esfuerzo por no reírme, y continué con mi plan:

—¡Eh! Que tengo dieciocho. ¿O es que no recuerdas a qué edad te liaste con mi padre? Por cierto... me ha dado una carta...

—¡NO! NI HABLAR. ADIÓS.

Me empujó levemente y salió corriendo de la casa. Cuando cruzó la calle y se alejó hasta desaparecer de mi vista, me empecé a reír a carcajadas. ¡No puede ser que se lo haya creído! Y también me parece increíble que Harry haya salido con ella. Iba a seguir disfrutando mi tiempo riéndome de esa arpía, cuando una falsa tos me interrumpió.

—Hombre, hola _____. Cuánto tiempo —saludó mi tío.

—¡TÍO JACOB! —corrí hacia la puerta, que estaba a unos pasos debido al empujón de Kendall, y le di un fuerte abrazo.

—Supongo que tienes varias cosas que contarme, ¿no? —dijo elevando las cejas.

—Sí, aunque creo que tú también deberías contarme algunas cosas, como por ejemplo qué hacía Kendall aquí, ¿no? — contesté imitando su gesto.


Suspiró y se llevó la mano a la nuca, una manía que ha pasado por toda mi familia exceptuándome a mí. Se echó a un lado de la puerta, dejándome pasar a su amplio salón. Sabía que mi tío tenía dinero, pero no pensé que vivía tan bien.